PUBLICIDAD Y MARKETING CON ORGULLO.

Gracias al marketing los coches son más seguros. Los pañales más absorbentes. La fregona seca mejor. Las cuchillas afeitan con un apurado más suave y menos irritante. La cerveza  sin alcohol sabe a cerveza. Seguimos disfrutando del mismo ColaCao de cuando éramos niños.

Gracias a la publicidad los adultos tomamos yogur con el mismo deleite que los niños. Hablar de la regla dejo de ser un tabú. Sabemos que no todas las leches son iguales. Los medios de comunicación pueden tener ingresos que aseguren su independencia y nuestras ciudades no son un páramo gris.

Sin embargo, fuera de entornos profesionales, las palabras marketing y publicidad se utilizan como sinónimo de engaño y mentira. Esto no es nuevo. Parece inherente a nuestro desempeño. Algo estamos haciendo mal los profesionales del marketing y publicidad. Podemos ignorarlo, hacer como si no existiese. Pero existe. Y si somos profesionales de marketing y publicidad, nuestra curiosidad y deseo de comprender a nuestros conciudadanos debe llevarnos a escucharlo.

Todas las profesiones tienen casos de malas prácticas y resultados fallidos. Desde la medicina a la arquitectura, pasando por la ingeniería o los chefs de cocina. Pero no por eso su profesión incorpora un estigma generalizado.

Por  qué  la publicidad y el marketing tienen esa mala imagen?  Qué podemos hacer para evitarlo y ganar en respeto por nuestro ejercicio profesional?

A las personas nos gusta pensar que nuestras ideas son todas propias, que nacen de nosotros o, mejor aún, que las generamos nosotros solitos. No nos gusta pensar que nuestras actitudes están influidas  por  elementos de persuasión externa.  Por eso, quienes trabajen tratando de persuadir a la gente de algo, siembre serán vistos como manipuladores, con las connotaciones negativas que ello conlleva.

Pero los profesionales del marketing trabajan, sobre todo, para  mejorar los  productos, proporcionando aquello que la gente quiere: emociones, gratificación, seguridad…. El marketing está del lado de la gente. Es su voz en la empresa para la mejora de los productos o servicios

Lo primero que define al marketing es que su objetivo va más allá de la venta. No busca la venta, sino provocar la compra. Parece lo mismo, pero no es lo mismo. Y, además, busca que nos compren de forma repetida, no una sola vez. Con engaños no se puede conseguir jamás la compra repetida.

La publicidad busca la modificación de actitudes y comportamientos presentando el lado bueno de las cosas. Es cierto. Como hacemos todos constantemente en nuestras relaciones sociales. Todos nos pasamos el día emitiendo mensajes sobre nosotros y, en la gran mayoría de casos, tratando de mostrar nuestra mejor cara. Con una diferencia. A favor de la publicidad. La publicidad no esconde su objetivo de intentar persuadirte. Y el ciudadano ha aprendido a levantar las barreras que le parecen pertinentes para no responder a los estímulos publicitarios. La publicidad respeta al receptor porque admite su derecho a decir NO. Le presenta estímulos para el SI, justamente porque sabe que puede decir NO. Además tenemos un organismo de Autocontrol y tipificación de faltas y delitos de publicidad engañosa.

Que nos falta? Primero luchar contra las malas prácticas. Propias o ajenas. Somos los primeros interesados en no consentirlas.

Segundo, hacer pedagogía dentro de cada una de nuestras organizaciones. Seguramente el mal empieza porque los profesionales de otros departamentos de nuestras empresas no comprenden o no valoran las aportaciones del marketing y la publicidad a su organización. Ahí tenemos un público objetivo para que nuestro ejercicio profesional gane en valoración

CÓNCLAVentertainment.

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El Cónclave para la elección de Papa es, obviamente, un excelente anuncio de la Iglesia Católica porque:

  • Es una pieza maestra comunicativa, llena de signos de gran potencia.
  • Tiene un ritual plagado de significados decodificables por todo el mundo.
  • Ese ritual desarrolla un relato.
  • Ese relato da información, pero sobretodo la insinúa.
  • Y, por ello, cada uno puede verse reflejado en la historia.
  • Se vehicula a través del secreto, y ese secreto genera misterio, y el misterio tiene un magnetismo irresistible
  • Se adivina un conflicto basado en una disputa bipolar (para que cada uno puede identificarse con unos u otros y tomar partido)
  • Hay suspense, mucho suspense.
  • Al comunicar el nombre del elegido hay una resolución que libera, en forma de explosión, la energía acumulada durante la historia.

¿Tu anuncio cumple alguno de estos requisitos?

¿Comunicación eficaz? No pienses en ti, piensa en el receptor.

¿Cuantas veces hemos rechazado octavillas que nos entregan en la calle? ¿Por qué las rechazamos?  Porque hemos aprendido que seguramente no nos van a contar nada interesante y, además, vamos a tener que buscar una papelera para tirarlas. Doble molestia.
Como emisores, también hemos sentido el desprecio hacia la humilde octavilla que se entrega en mano o se deja  en un mostrador. Dudando de su eficacia.
Todos los soportes son eficaces si pensamos en el receptor, tratando de darle algo -una idea, una reflexión, una solución- en lugar de pensar solo en pedirle. Si pensamos en el receptor y aplicamos la creatividad -la clave siempre es la creatividad- tanto en lo que decimos como en la manera de decirlo, descubriremos que no hay soporte pequeño, que no hace falta llegar a la tele para difundir mensajes eficaces.
La viralidad en internet, la espontánea, también depende de lo mismo: el receptor no responde a una petición, sino a un impulso que le hace sentirse bien consigo mismo. A veces se sentirá simpático hacia sus amigos, otras rebelde hacia el sistema, otras mejor persona…
Para muestra, un buen botón
http://www.youtube.com/watch?v=7lHec2yzAJg

De paso descubrimos que una octavilla con un fantástico descuento no es dar nada. Es una forma de pedir que te gastes algo de tu dinero. Descubrir qué dar exige conocer un poco mejor al receptor, y pensar, pensar creativamente.